CRÓNICA BENASQUE 2017

Un julio más (ya van quince en el caso Javi y doce más uno en el mío), iniciamos el ascenso hacia tierras benasquesas, esta vez en domingo, al objeto de alargar un poco más la estancia. El punto de partida se ubicaba a 50 metros del lugar de costumbre, en el madrileño barrio de Prosperidad, si bien nuestro Títere tuvo a bien estacionar el coche a un par de centenares de metros de distancia, habida cuenta del “ligero equipaje” del Webmaster, que parodiaba a Nino Bravo. Tras un breve trueque de alimentos por paz espiritual, iniciamos nuestro viaje, acompañados por Nata por segundo año consecutivo.

Ligeras críticas hacia el armónico listado musical elaborado por el Webmaster, las cuales fueron contestadas por éste con aire displicente. Parada técnica para comer en Huesca y posterior confusión en el desvío a Barbastro, que fue aprovechada para visitar el pueblo de Fonz y reconducir la ruta por otros derroteros. Llegada a Llanos del Hospital por la tarde, donde pasaríamos los tres días previos al torneo.

La fauna animal del lugar era, este año, mucho más variopinta. A las clásicas vacas, coleópteros y demás abejonejos, se sumó alguna rapaz, cervatillos varios, un gato, una marmota y Mari Pili (la rana del estanque). El primer día de estancia, dos tercios de los miembros del grupo realizaron una excursión a la cascada del Aiguallut, mientras el tercero, aquejado de los achaques propios de la edad, declinaba cortésmente la invitación. El día siguiente tocaba mercado, por lo que la visita a Benasque era obligada. El tercer día subida a Cerler, y paseo por Anciles hasta el Embalse, donde pudimos observar los gráciles movimientos de un cisne blanco, que debía andar bastante despistado…

Ya instalados en Benasque, y en el terreno estrictamente deportivo, el torneo fue bastante irregular para los dos miembros de la expedición que participaron en él. Mientras el Webmaster iniciaba con su mejor arranque histórico (2,5/3 puntos) pero acababa el torneo cediendo excesivas tablas ante rivales de menor ranking, nuestro Títere llegó virtualmente a estar por debajo de los 2000 puntos elo tras sus primeras confrontaciones (cuatro de sus cinco primeras partidas fueron frente a rivales sub-18), lo que finalmente acabó corrigiendo con brillantez tras algunas tablas y victorias sobre adversarios de 2200 puntos.

Entre otros jugadores castellanomanchegos en el torneo, cabe destacar la presencia de Carlos Álvarez (Carlitos, para los amigos) que participaba por primera vez en este evento. Esperemos que repita.

Por último, en el plano ocioso, donde nuestro Co-Presidente se mueve como pez en el agua, cabría destacar lo siguiente:

En definitiva, unas vacaciones agradables que combinaron, a partes iguales, relax y competición, y donde hubo tiempo para recordar y añorar la presencia del resto de miembros del equipo.  

 

ATRAS